TRES PASOS PARA ENCONTRAR TU PROPÓSITO DE VIDA

Por Liliana Gutiérrez

Coach ICL

No llegamos a este mundo tan desnudos como parece. Todos los seres humanos trajimos como equipaje unos talentos que nos fueron dados de manera innata para que a través de ellos se pudiera desarrollar el propósito para el cual fuimos creados.

Estos talentos se empiezan a manifestar desde temprana edad, sin embargo, en muchas ocasiones a medida que vamos creciendo, se van acallando pues nos vamos amoldando a una sociedad que nos empuja a ser iguales. Nos educan a todos de la misma manera, nos exigen de la misma manera, nos evalúan de la misma manera como si fuéramos una producción en serie. Cuando eso sucede año tras año durante nuestra niñez y parte de la adolescencia, terminamos convirtiéndonos en esos seres “normales” que el modelo educativo ha creado, y los talentos que en nuestra primera infancia se hacían tan evidentes, ya no se dejan ver.

Es por esta razón que como dice Oliver Wendell “Muchas personas parten de este mundo sin haber dejado escuchar su mejor melodía”.

Hay dos grandes días en la vida de toda persona. El día que nace y el día que descubre para qué.

Cuando pasamos por este mundo sin descubrir cual es nuestro propósito de vida, terminaremos cumpliendo los sueños y propósitos de otros y con una sensación permanente de tristeza por no haber tenido el valor de dejar salir nuestra propia esencia. Muchas personas nunca conectan con sus verdaderos talentos naturales y como consecuencia no son conscientes de lo que son capaces de hacer.

Cuando se tiene un propósito claro, todos los días tienen sentido porque nos enfocamos y nuestra mirada siempre estará puesta en ese camino que nos acercará poco a poco al cumplimiento de ese propósito y así nos levantamos diciendo “Estoy aquí por una razón”.

Pregúntate si lo que estas haciendo HOY te acerca al lugar en el que quiere estar mañana

Cuando proyectamos nuestra vida en termino de años, nos parece mucho tiempo, pero si esos años los convertimos en días, vemos que realmente el tiempo que tenemos para cumplir la misión que se nos encomendó es muy poco. Hablando de una perspectiva de vida de 80 años, una persona vive en total 29.200 días. Ahora con esa misma perspectiva, te invito a que hagas el ejercicio tomando como base la edad que tienes. Si tienes 40 años, te quedan 14.600 días de vida. Es demasiado poco y si a esos días le restamos los años de improductividad, se pueden reducir a 10.000 días. Suena cruel, pero es la realidad. Ahora la pregunta es ¿Qué vas a hacer a partir de hoy para que cada uno de esos días que te quedan por vivir tenga sentido de propósito?

Estos 3 aspectos que quiero compartir contigo te ayudarán a ver el camino con mas claridad

PASO No.  1

DESCUBRE QUIEN ERES

Tal vez la pregunta más difícil de responder para todo ser humano es ¿Quién soy?. Cuando nos hacen esta pregunta, muy a menudo nos limitamos a decir lo que hacemos, es decir nuestra profesión, de donde somos, donde vivimos etc…pero la respuesta a esa pregunta es mucho mas profunda y la razón por la que nos es tan difícil responderla es porque simplemente no nos hemos tomado el trabajo de averiguar QUIENES SOMOS. Para saber cual es tu propósito de vida tienes que saber quien eres desde tu esencia, que te apasiona, que te motiva, cuales son tus miedos, tus talentos, tus debilidades, tus sueños…

CONOCE TUS PENSAMIENTOS

Para descubrir quien eres, debes tomar consciencia de cuales son los pensamientos que te gobiernan. ¿Porque? Porque somos los que pensamos. Lo que pensamos de nosotros mismos, llega a ser una verdad para nosotros. Cada cosa que pensamos está creando nuestro futuro. Tomar consciencia de esta verdad nos debería llenar de deseo de conocernos mas.

Un pensamiento genera una emoción, la emoción genera una palabra, luego viene la  acción y esas acciones repetidas constantemente, se convierten en hábitos. Los hábitos forman nuestro carácter. Todo se va convirtiendo en un circulo vicioso que, si no detenemos desde el origen que son los pensamientos, nos irá llevando como una bola de nieve, a un punto en el que nos convenceremos de que somos lo que realmente no somos y conforme a esa creencia se desarrollará nuestra vida.

Lo que tú crees lo creas porque lo vives con una certeza incuestionable. Por esta razón es tan importante tomar consciencia de cuales son los pensamientos que nos han gobernado durante nuestra vida. Muchos de ellos vienen de manera inconsciente. A partir de hoy, enfócate en pensar siempre lo mejor de ti, lo mejor de las personas y lo mejor de las circunstancias.

CONOCE TUS FORTALEZAS

En nuestra individualidad, todos tenemos un temperamento que nos ha sido dado de manera genética. Los estudiosos del comportamiento humano, entre ellos Sigmund Freud, definieron que existen 4 temperamentos en los seres humanos. Tu y yo normalmente tenemos 2 de ellos 1 más marcado que el otro. Estos temperamentos son Colérico, Sanguíneo, Flemático y Melancólico. Ninguno es mejor que otro, todos tienen su lado de luz y su lado de oscuridad.

Conocer tu temperamento es fundamental para identificar quién eres.

Analiza la imagen siguiente y podrás determinar  en cual de los cuadrantes te ubicas y conocerás que temperamento te domina.

PASO No 2

DESCUBRE TU PASION

La pasión es eso que nos hace existir, eso que nos motiva a hacer algo, a hacer que pase, a hacerlo bien, a conseguir ese detalle que nadie ve. Si lo que haces no te apasiona no tiene ningún sentido, no lo vas a hacer bien. Si lo que te apasiona es insólito, más insólito es que NO lo hagas. La pasión, cuando se siente y se descubre, es irremediable, nadie puede con ella. Si nunca has sentido eso, búscalo, ya que tarde o temprano lo vas a encontrar. A todos nos apasiona algo y si no sabes qué es ya lo encontrarás. Lo que NO puedes hacer es sentarte esperar a que llegue.

 

Para descubrir tu pasión responde a estas preguntas

  1. ¿Qué parte de mi trabajo no se siente como trabajo?
  2. ¿Qué puedo hacer por horas sin aburrirme?
  3. ¿Qué actividades me producen el mayor nivel de satisfacción y felicidad?
  4. ¿Cuándo me siento realmente útil?
  5. ¿Qué actividad puedo hacer fácilmente, que resulta difícil para otros?

Ya tienes respuestas a estas preguntas y has identificado eso que te llena el alma.

Ahora responde las siguientes:

¿Lo que haces hoy, el trabajo al que te dedicas te hace feliz?

¿Cada domingo sobre las 6p.m. te da lo que se denomina síndrome de lunes?

¿Tu primer pensamiento al despertar es de agradecimiento por un día mas para poder seguir haciendo lo que amas?

¿Cuentas los minutos esperando que tu jornada de trabajo termine pronto para irte a descansar?

¿Buscas la excelencia en tu trabajo diario?

Si respondiste NO al menos a 3 de estas preguntas, significa que a lo que le dedicas el 70% de tus 24 horas diarias, no tiene nada que ver con tu pasión y por consiguiente no te estaá llevando al cumplimiento de tu propósito.

PASO No. 3

ABRAZA EL CAMBIO

Nada hay mas constante que el cambio. Mientras estás leyendo este artículo miles de células de tu cuerpo han muerto y han nacido otras nuevas. Ha habido cambio en tu organismo. Cada vez el cambio es más veloz. No hemos terminado de conocer una tecnología y ya está saliendo una nueva. Ese es el mundo en el que vivimos. Y en esta velocidad todavía nos rehusamos a cambiar. Queremos quedarnos estancados en nuestro espacio, en esa zona de confort que creamos que, aunque sabemos que no es la mejor, es la que nos provee mas seguridad y menos exigencia. La realidad es que si queremos movernos a descubrir nuestro propósito necesariamente tendremos que salir de allí, levantar la cabeza y ver todas las posibilidades que se nos presentan y que por estar en ese estado de conformidad no hemos podido ver.

El cambio duele, no es fácil de aceptar porque nos revuelca, pero es la única forma de trascender. Así como los músculos se atrofian si no se ejercitan, igualmente tu mente y tu alma se atrofiarán si no te mueves a encontrar la razón para la que estás en este mundo. No esperes a estar listo para comenzar porque nunca lo vas a estar. Da ese primer paso que es el mas difícil y los demás irán siendo cada vez mas sencillos. Un primer paso no te lleva al lugar que deseas, pero te saca del lugar en el que estas.

Como dice Samuel Clavell en su libro ¿Cómo fabrico mi queso?, puedes vivir la vida en interés simple o compuesto. Vivir en interés simple es repetir una o múltiples acciones durante años sin aportar nada nuevo, sin buscar mejorar, solo repitiendo la misma rutina por años y años. Vivir en interés compuesto es reconocer que la vida es corta y que hay que añadir sobre lo ya aprendido sin conformarse, estudiando, leyendo, aprendiendo cosas nuevas. ¿Qué ganancias deseas en tu vida? ¿Con interés simple o compuesto?

No pierdas tu tiempo. No hay tiempo que perder. Cada día que pasa no es un día mas sino un día menos. ¿Que harás con los días que te quedan? Abraza el cambio busca todos los días mejorar intelectual, emocional y espiritualmente.

No te des el permiso de que tu mejor melodía no sea escuchada. Tienes mucho para dar.